La tolerancia y el Diálogo.
Convivir con otros no es tarea sencilla. Somos iguales y también
diferentes. Nuestras necesidades e intereses chocan. Y surgen los conflictos.
Cuando no se respetan la dignidad ni los derechos de las personas se originan
situaciones de discriminación, rechazo e injusticia por motivos de recursos
económicos, raza, sexo, salud, creencias, cultura, etc. Lo importante es la
capacidad de afrontar positivamente los conflictos:
• El reconocimiento de la dignidad de la persona y de sus derechos fundamentales
es el pilar básico de la convivencia humana y supone el principio de no
discriminación y las actitudes de respeto, justicia y tolerancia (Declaración
Universal de los Derechos Humanos).
Tres son las ACTITUDES BÁSICAS para una
convivencia que intenta evitar la discriminación de las personas y de los
grupos:
· El PLURALISMO, que
valora con la misma importancia la igualdad y la diversidad de los seres
humanos;
· La TOLERANICA de todo
aquello que contradice nuestras ideas y valores;
· El DIÁLOGO, como
instrumento esencial en la resolución de los problemas sociales.
La ESCUELA debe promover en los alumnos
estas tres actitudes básicas si quiere lograr una convivencia social
respetuosa, sin discriminaciones de ningún tipo y solidaria.
Concepto de tolerancia
El término “tolerancia” se ha usado y se
usa con diversos sentidos. Nos encontramos con una gran diversidad de definiciones.
Ante la complejidad de la realidad que se quiere explicar, cada definición
resalta algún aspecto concreto, en función del contexto de referencia.
Recordamos algunas de las definiciones más frecuentes, advirtiendo que no se
trata de definiciones excluyentes, sino que se complementan perfectamente entré
sí.
Actitudes básicas de la
TOLERANCIA
Después de definir la TOLERANCIA,
necesitamos concretarlas grandes actitudes que se derivan de ella para
conseguir que este valor se convierta así en una de las intenciones educativas prioritarias
de la escuela.
Diálogo
La convivencia de los seres humanos no resulta fácil. Vivimos
en una sociedad desgarrada por los conflictos y los radicalismos
más excluyentes. El Diálogo podría ser la solución a muchos
de nuestros problemas. Pero la experiencia nos dice que
no sabemos dialogar.
El saber dialogar es una capacidad básica del ser humano.
Y las capacidades básicas necesitan un aprendizaje. Por eso, debemos
enseñar a nuestros alumnos/as, desde muy pequeños, a
ir asimilando progresivamente las habilidades y actitudes fundamentales
para saber dialogar. La familia y la escuela deben
convencerlos de que el diálogo es fuente de bienestar, de enriquecimiento
y de paz, y que para convivir hay que estar atentos
al otro, escucharle y pensar que él también tiene ideas y sentimientos
interesantes, aunque sean distintos a los nuestros.
“El diálogo es una conversación, una charla o coloquio entre
dos o más personas en la que se intercambian opiniones o
puntos de vista, a veces irrenunciables, en la búsqueda de entendimiento
entre las partes”. Para su correcto desarrollo, el
diálogo supone lo siguiente: voluntad en los participantes de
aceptar la parte de verdad del otro, actitud de provisionalidad o
precariedad de la propia verdad, reconocimiento de la igual legitimidad
de los interlocutores, voluntad de comprender y respetar
las razones de las diferentes posiciones, ideas y valores, reconocimiento
de la dignidad del otro como interlocutor, donación o entrega
de “mi verdad” como experiencia de vida, comunicación de
ideas y también de sentimientos y utilización del diálogo para solucionar
problemas o conflictos, pero también para encontrarse
con otras personas.
ALUMNO: DAMIÁN DE JESÚS CANCHE CHI
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