jueves, 28 de abril de 2016

Resumen "La Tolerancia y el Diálogo"




RESUMEN  “LA TOLERANCIA Y EL DIÁLOGO”

Cuando no se respetan la dignidad ni los derechos de las personas se originan situaciones de discriminación, rechazo e injusticia por motivos de recursos económicos, raza, sexo, salud, creencias, cultura, etc. Lo importante es la capacidad de afrontar positivamente los conflictos.
El reconocimiento de la dignidad de la persona y de sus derechos fundamentales es el pilar básico de la convivencia humana y supone el principio de no discriminación y las actitudes de respeto, justicia y tolerancia.
Actitudes básicas para una convivencia que intenta evitar la discriminación de las personas y de los grupos:

• El Pluralismo, que valora con la misma importancia la igualdad y la diversidad de los seres humanos.

• La Tolerancia de todo aquello que contradice nuestras ideas y valores.

• El Diálogo, como instrumento esencial en la resolución de los problemas sociales.


Tolerancia

Conceptos
1. Respeto a la libertad de cada persona a ser como quiere ser, sin renunciar a los principios considerados como de valor universal (sentido personal y ético).

 2. Actitud de comprensión y respeto a las creencias, opiniones, valores y conductas  distintas a las nuestras, como condición necesaria para la convivencia pacífica y la libertad individual (sentido social y personal).

A pesar de los notables avances en el reconocimiento de la dignidad humana y de los derechos del hombre, a pesar de que nuestra sociedad se va configurando como un sistema cada vez más plural;  la experiencia nos demuestra que no es fácil vivir juntos, que nos cuesta aceptar al otro tal como es, que la convivencia familiar, laboral y social resulta con frecuencia muy problemática.

Actitudes básicas de la tolerancia
1.Comprensión, aceptación y respeto hacia la identidad, las características y las cualidades de las personas que nos rodean y hacia sus derechos fundamentales.

2. Atención, escucha y diálogo como medios y como clima fundamental en el que han de desarrollarse las relaciones interpersonales y la resolución de conflictos:

• Valoración de la afectividad y del sentimiento en las relaciones interpersonales.

• Sensibilidad, apertura y flexibilidad ante las aportaciones y las opiniones de otras personas.

Actitud de perdón y de acogida, manifestando, en todo momento, una gran capacidad para el amor y la ternura.

Educar desde la vida y para la vida
• Dejar que los conflictos afloren, no suprimirlos, sino asumirlos e integrarlos como punto de partida del proceso educativo.


• Afrontar los conflictos desde una opción clara por el diálogo, el consenso y el respeto a la dignidad del otro.


• Enseñar y aprender la tolerancia desde su práctica y experiencia en la familia, en la escuela y en la sociedad.


• Adquirir, por parte de los educandos, competencias o habilidades sociales que faciliten la comunicación y el entendimiento (saber escuchar, ponerse en el lugar del otro, admitir con naturalidad las manifestaciones diferentes).


Seis líneas de acción educativa

Promoción de un pensamiento crítico, que genere en los alumnos la necesidad de encontrar argumentos o razones que justifiquen sus convicciones y prácticas, así como la necesidad de demandar a los otros las razones que sostienen sus convicciones y prácticas diferentes.

Promoción de un clima democrático en la escuela que permita que las normas por las que se regule el aula sean elaboradas por estudiantes y profesores.


Promoción del diálogo como recurso básico y efectivo de educar en tolerancia.

Promoción del conocimiento sobre lo que tenemos en común con cualesquiera otras personas que facilite la construcción de personalidades diferentes, según los micro contextos culturales con los que interacciona y las experiencias que han acumulado en el transcurso de la biografía de cada uno.

Promoción del compromiso y la cooperación con los demás que permita al alumno situarse en la perspectiva del otro y comprometerse en las situaciones conflictivas de la vida real de los demás.

Promoción de comportamientos tolerantes que genere en los educandos actitudes y hábitos que faciliten la comprensión y aceptación, en la práctica, de las diferencias.

Estrategias escolares
Análisis crítico: Es preciso fomentar en los alumnos el análisis crítico de las razones últimas de la intolerancia y la reflexión sobre las situaciones intolerantes que descubren
en su entorno.


Diálogo y debate: La verdad no se impone nunca con la fuerza. El diálogo y el debate ayudan al entendimiento entre las personas, a la convivencia dialéctica, al cambio de los esquemas, a la solución de situaciones conflictivas.


Modelos: Los niños y jóvenes necesitan ídolos, modelos a los que admirar e imitar. Los educadores deben presentarles “ídolos de tolerancia”: Ghandi, Luther King, Teresa de Calcuta... y otros más cercanos a su entorno.

Ambiente: El ambiente de la escuela tiene que invitar a la tolerancia. Las campañas, las actividades, la decoración de clases y pasillo, las relaciones interpersonales, el talante del profesorado, todo debe ser una invitación abierta e ilusionante a vivir la tolerancia.

Convivencia: Para aprender a ser tolerante es muy importante convivir con personas diferentes a uno mismo.

La escuela ofrece , a veces, grandes posibilidades: discapacitados, niños de otras regiones, naciones, razas, religiones...
Al vivir con personas diferentes, se las conoce y acepta mejor.

Conocer otros ambientes: El conocimiento lleva al entendimiento de las personas y produce ordinariamente actitudes de tolerancia. Conviene aprovechar todas las oportunidades (viajes culturales, intercambios escolares, vacaciones...) para que los alumnos conozcan otras formas de vida y otras culturas. Esto les ayudará, sin duda, a ser tolerantes.


Diálogo
El Diálogo podría ser la solución a muchos de nuestros problemas.
El saber dialogar es una capacidad básica del ser humano.

“El diálogo es una conversación, una charla o coloquio entre dos o más personas en la que se intercambian opiniones o puntos de vista, a veces irrenunciables, en la búsqueda de entendimiento entre las partes”.

Para su correcto desarrollo, el diálogo supone lo siguiente: voluntad en los participantes de aceptar la parte de verdad del otro, actitud de provisionalidad o precariedad de la propia verdad, reconocimiento de la igual legitimidad
de los interlocutores, voluntad de comprender y respetar las razones de las diferentes posiciones, ideas y valores, reconocimiento de la dignidad del otro como interlocutor, donación o entrega de “mi verdad” como experiencia de vida, comunicación de ideas y también de sentimientos y utilización del diálogo para solucionar problemas o conflictos, pero también para encontrarse con otras personas.

Diez pistas para aprender a dialogar
1.Aceptarás que tú sólo no posees la verdad; que todos sepan algo de ella y que hay que acercarse a la verdad del otro.

2. Comprenderás que más que convencer al otro de tu verdad deberás convencerle de que le escuchas, le comprendes, le aceptas, le estimas y de que crees posee la verdad.

3. Expondrás tus ideas con claridad.

4. Huirás de toda forma de violencia en el diálogo: sarcasmo y ironía, intentar imponer, condenar. La violencia no convierte lo falso en verdadero, ni crea verdad, antes bien la oscurece en el diálogo, obstaculizando la comprensión y la aceptación de la verdad.

5. Confiarás en la parte de la verdad que crees poseer y en la
capacidad del otro para captarla y aceptarla.

6. Recordarás que en el diálogo no debe haber nunca ni vencedores ni vencidos.

7. Aceptarás que tus opiniones pueden cambiar, como de hecho han cambiado muchas veces y en muchos campos.

8. Tendrás presente que el valor de tus opiniones depende del valor de los hechos y razones que las apoyan y que tiendes a atribuirles un adicional peso emotivo.

9. Sabrás que acercarse la verdad conlleva riesgos, implica el poder cambiar y esto no siempre es fácil, pues vivimos refugiados en hábitos, ideologías, prejuicios, etc.

10. Recordarás que el diálogo no es pasividad o resignación. El diálogo permite y exige hacer valer tus opiniones, si es que realmente valen, pero sin recurrir a la falacia, a la marrullería, a la mentira o engaño”.

Errores clásicos al dialogar
• No escuchar al otro, preocupándose, más que en escuchar, en lo que se va a decir.

• Tomar al cosas las pie de la letra, no según la intención o el sentido del que habla.

• Cambiar lo que el otro dice (palabras o sentido).

• Usar sarcasmos, frases despectivas, insultos.

• Intentar pillar al otro en algo secundario o accesorio y
atacarlo por ahí.

• Exagerar las afirmaciones del otro interlocutor.

• Tomar posturas radicales cuando se pierde.
• Descalificar al interlocutor con estereotipos.

• Usar un estilo dogmático al hablar.

• Atacar a la persona, en lugar de aducir razones o argumentos.

• Picarse y molestarse enseguida.

• Elevar la voz, gritando, hablando con excesivo calor o agresividad.

• Interrumpir para dejar claro el propio punto de vista.

• No rectificar cuando uno advierte que se ha equivocado o no tiene razón.


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